Nazi Punks

Al ver una película, uno por lo general espera cosas de ella dado que ésta ha sido encasillada en un género específico y quizá al final de la película no pasen y no se cumplan las expectativas según lo previsto. Me pasó hace poco con «Let the right one in» (no pongo el título en  sueco, porque pa’ qué si a duras penas me entiendo con el inglés), de Tomas Alfredson, donde me encontré con una película muy distinta respecto a lo que había visto de ella, pero no por esto fue una mala cinta.

Quizá ese es uno de los problemas de encasillar en géneros, no solo a las películas, sino también a la música (aunque con esta última hay más discusiones),  ya que en mi opinión le quita muchas libertades no solo al film sino también limita al espectador a la hora de verla. Lo cierto es que hoy quiero hablar de una película que en muchos sitios es encasillada como horror, que es de suspenso, pero a decir verdad, no encuentro un género que la encierre en su totalidad.

Green Room es una película dirigida por Jeremy Saulnier y que llegó a Colombia gracias al IndieBo. La película se desarrolla en torno a una banda de punk, que en épocas donde la escena escasea, terminan tocando en el lugar equivocado (no fueron a Davivienda), donde luego se desencadena una serie de eventos que le dan el curso frío, intenso y con mucho suspenso a la película.

Lo que me pareció más interesante de la película fue ver cómo ésta pasa de no darle a uno ni media idea de cómo va a entrar el horror en escena, a encontrarse con una película cargada de intriga, suspenso y algo de sangre, que hacen que la película se viva con la suficiente tensión como para no quitarle los ojos de encima; además que la forma en cómo se termina desarrollando la historia es más que buena.

Por cómo se plantea de inicio la película, uno hasta pensaría que los integrantes de The Ain’t Rights (nombre de la banda en la película), van a tener el infortunio de un  pinchazo o de quedarse sin gasolina en medio del camino, y los va a empezar a matar un horda de mutantes, o un psicópata enmascarado, el cual o los cuales los van asesinando mientras estos le dan rienda suelta a sus placeres, pero no, por suerte no pasa eso. No puedo decir que la historia sea la más original (cosa complicada para el cine de nuestro tiempo), pero si es una historia fresca que por lo menos a mí, me dejó más que satisfecho.

La película sinceramente me pareció que está bien realizada, no tiene claros en su historia y si quedan quizá algunas dudas del por qué suceden cosas que no voy a contar, también es claro que no todo debe por qué explicarse (enseñanza de Tarkovski), además, viendo la temática y los personajes que surgen en la misma hacen que lo radicales y hasta viscerales que son le den sentido a las circunstancias.

Dado que la película tiene su auge alrededor de la música, es inevitable no encontrar un soundtrack cargado de punk, con temas bizarros y frenéticos como es natural en el género. También se encuentra uno que otro tema más “rockerito” y temas más pesados, hasta un tema de Slayer se enreda en la película aunque este no es tenido en cuenta como parte del soundtrack. Aparte de esto también se encuentran fondos que ambientan las partes tensas de la película. A decir verdad es un soundtrack entretenido y que hacen buen juego con la película.

Después de escribir este post y pensando mejor las cosas, quizá el problema de encasillar la película también se deba a mi ignorancia, al no saber lo suficiente del séptimo arte, quizá mi idea de horror diste mucho de lo que en verdad es el género, pero lo que sí sé, o bueno, lo que sentí (nada más personal que los sentimientos), es que la película es más que interesante y sin duda le puede llegar a gustar si en verdad usted, mi querido lector, gusta del suspenso y la intensidad.

Hasta pronto.