Alguito de terror, por favor.

Entre gustos no hay disgustos, dicen por ahí, y si hablamos de gustos culturales, como el cine, la música, la literatura, el deporte, pues con más veras evocaremos este dicho. Pero en vista de que no tengo el suficiente tiempo ni la suficiente confianza para socializar con todo el mundo, pues tendré que hablar de mis gustos, y en este caso hablemos del cine.

Pero no me enfocaré en ese cine técnico, complejo, no hablare de cine arte, ni largometrajes épicos, hípsters, significativos, etcétera, etcétera, etcétera, puesto que quedaría como un completo ignorante, aunque a decir verdad, no creo que existan absolutos doctores en este ámbito, ni tampoco creo que se pueda definir un arte por completo, ni mucho menos que se puedan estipular cánones sobre éste, porque perdería la libertad que justamente refleja el arte. Eso sí, pueden existir muchos teóricos en cualquier campo del arte, pero éste va más allá de la teoría (a mi humilde parecer). Lo cierto es que me enfocaré en un cine bizarro, descabellado, psicótico, y hasta absurdo, hablaré del cine de terror, y todo gracias a mi hermana (divina ella).

Todo se remonta a una tarde en la cual mi hermana hizo una oferta irrechazable: yo le mostraba a ella una película de terror (sin limitación alguna para elegir), y ella me mostraba a mí una película romántica. Debo confesar que aplaudí la valentía de mi hermana, pues optó por un método similar al mío para dejar de ser una miedosa a la hora de ver una película de terror (aunque qué sentido tiene ver una película de terror si no te asustas o por lo menos tratas de ponerle emoción, por más que lo último en producciones terroríficas sea absolutamente pésimo), ella optó por ahuyentar de algún modo el temor a ver una película de terror, justamente, viendo películas de terror. Yo recuerdo que de niño era un completo cagón, siempre he sido un miedoso de tiempo completo (aun soy un poco miedoso y nervioso y todo lo que quieran). Mientras todos lloraban porque Rose no salvó a Jack de las frías aguas del atlántico, yo tenía pesadillas con el naufragio del Titánica. Yo era de los que se quedaban toda la noche en vela, absolutamente quietos en la cama con el temor de que algún Chucky, Ghosthface, Freddy, Jason, Myers… viniera por mí, de algún lugar de mi cuarto, hasta una vez me paralice con Robbie Williams (estúpido y sensual Rock DJ), ¡patético! Lo cierto es que yo, ya entrada en una edad mayor, decidí afrontar el reto y empecé a ver películas de terror, solo, y solito fui creando un gusto por ellas, y ayer mi hermana empezó lo que quizá sea la secuela para mi legado (aunque no todas las secuelas son buenas).

Para la ocasión no iba a gastar plata comprando películas, mostraría una de las que tengo entre mis pocos bienes, no quería ser pasado y mostrarle algo asqueroso tipo Holocausto Caníbal, pero tampoco quería irme de cenicienta y mostrarle La huérfana. Tenía mis dos opciones, mostrarle una película menos de miedo pero más dada a lo creativo, a lo imaginario, a lo fantasioso sin perder su toque místico y espantoso, o mostrarle algo más fulminante, mas tétrico en ocasiones, con más sustos, sin mucha forma y rapidita (como son las pelís de ahora). Entre Poltergeist y Dead Silence oscilaban mis alternativas, no sabía qué hacer, así que decidí dejarlo al azar, o mejor, a la inocencia. Numeré las películas, y sin que mi madre supiera, le pedí un número, y por suerte ella escogió (sin tener la más mínima idea) a Poltergeist  (gracias mamá).

Yo amo esta película, me parece fenomenal, no he contado con la misma suerte al mostrársela a otros individuos, unos se aburren o les parece muy ficty. Carajo, esta película es estupenda, no más los roles de los personajes, la idea de la película, todo me encanta de ella,  además, la historia que guarda detrás de cámaras, con muertes y misterio después de las filmaciones hacen de esta película aún más interesante, y es que donde hay muerte hay morbo, sino que lo diga Ruggero Deodato, quien mantuvo a escondidas a los protagonistas de su película, Holocausto Caníbal, en su promoción, ante la sospecha de que éstos habían sido asesinado en el rodaje de la película. El misterio que trae en su nombre Poltergeist, es sin duda oscuro pero algo cautivador, lo que hace que aumente mi gusto por ella, no pretendo ser un spoiler para los que no la han visto y pretendan verla, así que no diré nada más sobre la película, pero sin duda está entre mis películas favoritas (de terror o suspenso).

No me iba a poner heavy con mi hermana y no iba a ponerle El Exorcista (pa’ eso que se lea el libro), ni mucho menos le iba a colocar Rosemary’s Baby (esa ya es otro nivel), no hablo de Psycho porque no la he visto en su totalidad, que vergüenza, Psycho es como El Rey León del suspenso (que curioso que tampoco me la haya visto), pero me he visto otras de Hitchcock como The Birds (desde ahí le temo a las aves de la séptima y plaza de Bolívar) y Vértigo. Tampoco hablo de  la obra maestra de Kubrick, The Shining, esto debido a que quiero leer primero el libro (será lo último que lea de King). Lo cierto es que las películas de antes eran buenísimas, comparadas con las atrocidades que salen ahora. Antes primaba el ingenio, hoy prima la sangre o los sustos ya de culto. Las películas de antes se enfocaban más en la historia, en la construcción de la película,  que mejor ejemplo que Rosemary’s Baby, ¡carajo!, esa película es tan brillante pero muchos no la sienten (o bueno, yo la siento de una manera magnifica), esta película la vi con una amiga, y mientras yo estaba embobado con el sufrimiento y la angustia de Rosemary, mi amiga ya iba llegando al quinto sueño, increíble. Lo triste es que al final mi hermana llegó a la misma conclusión que los sujetos a los que les había mostrado la película, no le dio miedo, mejor, tampoco quería que lo tuviera, solo quería que la disfrutara, al fin de cuentas de eso se trata también el cine, de disfrutar. Por lo menos sé que a mi hermana si le quedó un recuerdo: el lindo payaso que el pobre Robbie Freelings ponía sentado frente a su cama, eso me da ideas para la próxima función, muajajajajajaja.

Lo cierto es que para una futura función de cine en casa con mi hermana, tendré en cuenta películas clásicas, no las de ahora, pues estas, sin haber limitaciones para hacer cine, parecen haberse quedado en lo mismo que alguna vez maravilló y hoy solo hace de esta industria algo monótono y poco interesante. Si me decido por alguna película de ahora, no dudaré en remitirme a Dead Silence, a mi parecer, es buena, sino, tendré que irme por el cine oriental el cual ha sufrido con los perversos remakes gringos (aun así, los orientales si pegan sustos interesantes).

Ya está algo tarde, y la verdad, creo que tendré que irme ahora, para arruncharme con «Charon» y no tener pesadillas, tendré que contar, pensar en las cosas buenas del día y hasta terminar escuchando radio, para eso de dormirme sin que mi cabeza me ponga en primera plana a Regan Macneil, a It, a Pinhead o a Leatherface o por qué no, a todos juntos (esto de ser cobarde no es negocio).

Hasta pronto

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