Una derrota más.

Que dolor tengo, que amargura, después de una jornada más, la última de la fase de grupos, hemos sido eliminados. No soy inglés, no necesito serlo para sentir, simplemente me gusta Liverpool, quiero al Liverpool, y aquí en Bogotá, o como si estuviera en Merseyside, en Liverpool, a la salida de Anfield, abrigado, con frío, estaría igual de triste, con la misma amargura.

Tengo una derrota más para mi colección. «¿Una más?, pero si tú no juegas», me podrá decir alguien, y qué importa si no juego, uno lo siente como si estuviera ahí, esa es la magia del fútbol y la magia de ser hincha de un equipo, sentirse uno cuando son varios y más precisamente, cuando son 11 (más los que están en el banco) los que definen las cosas en cancha. El fútbol no es algo lucrativo (para el que ama el fútbol de verdad), es pura pasión, y la pasión que hoy me condena, es la tristeza por ver a mi Liverpool eliminado.

Si vamos a hablar netamente de fútbol, sí, Liverpool merecía quedar eliminado, pero uno como hincha siempre quiere fantasear con algún futuro mejor, ¿cómo no iba a querer que Liverpool clasificará?, esta bien, no lo merecía, pero siempre se puede mejorar, y más si tenemos el mercado de invierno ahorita (?). ¡Ahhhh!, pero es que duele, después de esperar 5 años y ver este papelón. Dónde quedó el Liverpool guerrero de 2005, el indomable monstruo inglés de Champions, que siempre veía yo en Semifinales, que siempre se iba con la frente en alto, con las botas puestas, dónde quedo. Seguramente está en el mismo lugar donde están mis equipos predilectos, en el baúl de los que algún día fueron.

Hoy, con Heineken en mano y con «You’ll Never Walk Alone» de fondo, paso la triste eliminación, paso la triste pena de caer eliminado en fase de grupos, como en aquel 2009, donde también quedamos terceros del grupo y que al igual que hoy, nos deja con el comodín de jugar Europa League. Que pena, que triste pena, y siento una pena mayor, por ver que mis equipos son perdedores en estos momentos, ¿me he transformado en un ser que quiere a los perdedores?, no sé, uno podría escoger el camino fácil y volverse hincha de los ganadores, Real Madrid, Barcelona, Bayern, Nacional (si queremos hablar de la tierrita), pero no, muy fácil para mi gusto. Yo soy de Millos, soy del Liverpool, los quiero a ambos, y por más malos que sean en estos momentos (en el presente inmediato) seguiré siendo de ellos, porque esa es la magia del fútbol, y lo inexplicable del amor al fútbol (que en sí, es inexplicable amar al fútbol), no todo puede tener una explicación, simplemente siento, y ya está.

Ahora me quedo con la tristeza que ya se irá, con la pena que me abandonara y la Heineken que se acabará (menos mal hay más (?)). No siempre se puede reír, siempre se puede llorar una vez más, pero lo importante es vivir, vivir ese momento al máximo, porque son esos momentos los que hacen grato el acto de vivir, creo que es ahí donde potencialmente está el secreto del fútbol, en las mínimas alegrías que hacen mejor nuestra existencia (claro, para al que le gusta el fútbol, otros encontraran los mismo en otras cosas). Lo cierto es que con pena y todo, me toca ir a atender, así que me despido con algo de tristeza, y diciendo una sola cosa más: YOU’LL NEVER WALK ALONE.

Hasta pronto.

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